LAS CONDICIONES MARINAS CAUSAN DETERIORO SOBRE LA MADERA.
El verano, es la estación del año que nos transporta a las terrazas y los chiringuitos de playa. Y para que el plan salga a flote, es importante revisar periódicamente el mobiliario y cualquier otra estructura de madera ubicada en exterior.
La madera empleada en climas marinos requiere de una mayor protección y mantenimiento. La exposición constante al viento marino, la lluvia, la humedad, la corrosión del agua salada… son factores determinantes para aplicar un protector de madera para el exterior.
No menos importante, para que la madera resalte y luzca toda su belleza en condiciones tan adversas, la elección de la madera es primordial. Una muy aconsejada y usada es la teca, por tener unas excelentes propiedades técnicas y físicas. Otras como el iroko, el olmo o el cedro son también frecuentes y válidas. Por otra parte, se tiene que prescindir de cualquier tipo de aglomerado y MDF aunque sean hidrófugos. Si aun así, se tiene pensado usar tableros aptos para exteriores, existe en el mercado la opción de los tableros fenólicos.
Por otro lado, siempre se puede favorecer y alargar la vida útil de la madera. Con tratamientos que mejoren la resistencia al agua, idóneos incluso para maderas resistentes a la intemperie, como son:
La exposición continua a la acción directa del mar y el salitre, afecta negativamente a los muebles y estructuras de maderas, así como elementos metálicos que contengan los propios muebles. Es por ello, que teniendo la posibilidad, se aconseja cubrir con lonas u otros materiales el mobiliario, o mejor todavía, resguardarlas en un espacio interior.
Antes que sea demasiado tarde, protege y cuida la madera, te lo agradecerá con momentos entrañables y placenteros mientras sientes la brisa del mar y escuchas el susurro de las olas.